El año nuevo llega con nuevas y excelentes noticias, aproximadamente ochenta y tres autores (entre niños y adultos) participaron de la antología “Así contamos tomo III, Monstruos y narraciones”, compilado por Diana Yasmín Reyes Ríos, Miguel Esteban Carrero Torres y Sandra Johana Alabarracín Lara, libro del proyecto Filosofía y producción textual, del Colegio Técnico Jaime Pardo Leal y del Colectivo Pensamiento Pedagógico Contemporáneo.
La publicación del libro fue realizada por la Alcaldía Mayor de Bogotá en el marco del Convenio interadministrativo SED- IDEP 4875106 de 2023, y específicamente como incentivo en especie al colectivo de docentes que gestaron la obra, por su participación en la convocatoria Reta, Crea, Innova 2023, desarrollada por medio del convenio de Ciencia y Tecnología No. 76 de 2023 suscrito entre IDEP – UNIVERSIDAD EAFIT.
El escritor y codirector de la Editorial 89079 Raúl Guzmán González, participó como uno de los autores invitados, les compartimos su artículo y al final del texto, les invitamos a que lean el libro completo, disponible online de forma gratuita.
Nuestra felicitación a todos los que participaron de tan valioso proyecto, que incentiva la lectura y la escritura en cualquier edad de la vida.
MEMORIAS DE ESTUDIANTE Y PROFESOR
Al pensar en mi época de estudiante, por mi mente pasan escenas de infancia en el Colegio Champagnat y recuerdo a un conocido ecologista, Andrés Hurtado, que identifico en el mundo escolar de los años sesenta, como el amigo de las arañas. Después me detengo en un aula de clase en el Instituto de la Salle, años setenta, Hugo Toro Londoño con pasión habla de un ideal humanista para transformar el país.
Así es como me surge cierta nostalgia de tablero y voces juveniles; aparecen nombres y rostros: Lucho, Germán, Adolfo, Pomponio, Patato, Trucha, Fernando y de mi corazón emerge un verso de Eduardo Carranza: “compañeros de viaje y no me olvides”. Ahí todo está como ayer solo que ha pasado el tiempo…
Por otra parte, evoco cuando fui profesor en un colegio de niñas y me pregunto: ¿Liliana todavía escribirá poesía? ¿Qué habrá sido de la música de Natalia? ¿Clarita ya conocerá Grecia? ¿Al fin qué carrera estudiaría Carolina? ¿Adriana conservará su diario de vacaciones «dentro de la pared de cristal»? ¿Diana seguirá siendo admiradora de Robín Hood? ¿Alejandra será comunicadora social? ¿Natalie lograría ser una artista de la gastronomía? ¿Ángela Rocío seguirá siendo muy ordenada con su agenda? ¿Elsa Paola terminaría de leer la Ciudad de Dios? ¿María Fernanda seguirá amando el baile? ¿Les serviría el rollo de mis exposiciones?
Por un instante, vuelvo a sentir la presencia de los pupitres, de las niñas con sus delantales azules y regreso a los amplios corredores, la capilla, el jardín, las monjas, los salones, la alegría de los recreos, todo como fragancia que se vive en un segundo y luego desaparece otra vez en el espacio misterioso de la memoria. Pienso ─¿Será que ya empiezo a caminar en busca del tiempo perdido?─.
Queridos maestros y maestras:
Todavía es 16 de octubre de 2023 en Colombia entera; el reloj marca las nueve treinta y ocho de la mañana, desde hace ya varios años, estoy alejado de las aulas, pero no se me olvida qué significa y cuál es el sentido de lucir cariñosamente una investidura que transmite la prolongación del amor, la paciencia y la vitalidad para emprender en cada calendario una nueva aventura del conocimiento.
Admiro esa vocación silenciosa que los invita a compartir con niños y niñas en la edad cuando todo es comienzo, relámpago, sueño, y esperanza. Después los años nos enseñan muchas cosas, como por ejemplo el lento aprendizaje de la felicidad, pero allá en el fondo del recuerdo siempre están nuestros primeros maestros, esos que trazaron lecciones con letra indeleble.
En momentos difíciles, por un instante, cuando existir es algo así como viajar por un túnel sin luces, del pasado a veces llegan voces con aire de colegio, risas de amigos entrañables, manos ya invisibles de antiguos maestros que nos actualizan en la memoria aquella jugada esencial para ganarle una partida a la adversidad.
Queridos amigos y amigas, consciente o inconscientemente, eligieron una profesión de liderazgo anónimo y responsabilidad gigantesca, digna de caballeros y damas con Magíster en el arte de amar, pero ese título no lo da ninguna universidad, ustedes se lo ganan cotidianamente gracias a los valores y las virtudes que los caracterizan.
Quisiera musitar al oído de cada uno de ustedes una reflexión de mi propia carne: Ser pedagogo auténtico es ser poeta, vivir con sentido y convivir con los sueños de los estudiantes, integrando su pupitre al universo.
Ser pedagogo auténtico es ir al fondo del lenguaje, destilar el presente y permanecer en estado de infancia espiritual para siempre.
Poeta y magíster en filosofía
Para consultar y leer el libro completo, clic en la carátula:
Comments